Usar una lámpara de escritorio por sí sola no es necesariamente malo para los ojos, siempre que se use correctamente.

Es importante colocar la lámpara de manera que minimice el resplandor y las sombras, y garantizar que la iluminación sea lo suficientemente brillante para la tarea en cuestión sin causar fatiga ni cansancio ocular.

Sin embargo, si la lámpara se utiliza de forma incorrecta o se coloca demasiado cerca de los ojos, puede provocar fatiga visual, cansancio y otras molestias.

Generalmente no se recomienda dejar una lámpara de escritorio encendida durante la noche, ya que puede desperdiciar energía.

Si necesita una fuente de luz para usar durante la noche, considere utilizar una luz nocturna o una lámpara de bajo voltaje.

Para iluminar su escritorio, utilice una lámpara de escritorio que proporcione una iluminación amplia y ajustable para evitar la fatiga visual.

La lámpara debe colocarse en una posición que no proyecte sombras sobre su área de trabajo.